VENGA A LAS REUNIONES DEL PARTIDO OBRERO

VENGA A LAS REUNIONES DEL PARTIDO OBRERO

nota publicada en: https://prensaobrera.com/politicas/49291-

Es importante reparar, ahora, que las más de cuatro mil suscripciones a Prensa Obrera son una expresión del proceso político anterior a la caída de Cavallo y al paro general del 8 de agosto. Al igual que todas las luchas que precedieron y que provocaron la caída del estafador patronal, las suscripciones fueron uno de los síntomas del gran impulso a la acción que pugnaba por abrirse paso entre los trabajadores. Es forzoso reconocer que Prensa Obrera, a través de una suscripción masiva, influyó políticamente en el desarrollo de los acontecimientos que, hoy, han inaugurado una etapa de ascenso del movimiento obrero y de declinación del régimen entreguista. La verdad de todo esto puede comprobarse, por otra parte, de una manera muy simple, pues las campañas de Prensa Obrera contra el convenio Fiat-Smata, es decir, contra la tentativa de liquidar las negociaciones colectivas por industria, por el seguro de 500 pesos y el empadronamiento y organización de los desocupados, y por la derogación de la ‘reforma educativa’ y la organización masiva de los secundarios;  estas campañas, hay que reconocerlo, son consignas y luchas de las masas a nivel nacional.

Es decir que Prensa Obrera ejerció su función de influencia política. Esto significa que sirvió para homogeneizar las luchas detrás de objetivos comunes. O sea que ayudó a los explotados a unirse contra los explotadores y su gobierno. Cumple, por lo tanto, una función estratégica. Pero Prensa Obrera es la expresión programática del Partido Obrero. La construcción de su partido es para la clase obrera una necesidad estratégica, o sea, el instrumento que puede hacer la diferencia entre la derrota y la victoria. Sin un partido político consecuente, ninguna clase explotada puede plantearse tomar el poder y llegar a él.

Despues de la caída de Cavallo y del paro del 8, las posibilidades de difusión de Prensa Obrera cambian considerablemente; una masiva camada de activistas se va incorporando a la lucha con un afán insaciable de orientación y de claridad. Necesita un periódico claro en el programa y elaborado colectivamente, es decir, por los protagonistas mismos de la lucha. Cualquier lector ha podido constatar que Prensa Obrera es el periódico más elaborado colectivamente de todo el país.

Pero el desenlace de esta etapa (y de las que la sigan) dependerá también de la calidad y la claridad de las ideas políticas con las que actúen los explotados. De su capacidad para discutirlas a la luz de la experiencia. Esto exige una gran prensa obrera, que sea el canal de las inquietudes de los luchadores y el vocero de su política. Prensa Obrera es la única que se ha propuesto jugar este papel y la única que lo está jugando. Es la hora entonces de reorientar la campaña de suscripciones a Prensa Obrera hacia objetivos numéricos y de calidad más altos.

Nos encontramos en una profunda crisis política que solamente tiene una salida política. O la dan los capitalistas o la dan los obreros. Los capitalistas tienen sus partidos, que hoy están discutiendo la formación de una Multisectorial de recambio del menemismo. Los obreros no tenemos un partido. Lo que es peor aún, salvo el Partido Obrero, nadie les propone construirlo, es decir que tienen expectativas o apoyan abiertamente el recambio en curso. Porque los ‘movimientos’, ‘corrientes’ o ‘tendencias’ sólo pueden servir para medrar con la actual situación; la cuestión del poder político de la clase obrera sólo puede ser planteada, desarrollada, construida y culminada por un partido obrero revolucionario.

Venga, compañero, entonces, a las reuniones del Partido Obrero, para discutir cómo luchar; cómo desarrollar entre los trabajadores una influencia verdaderamente política, y cómo unir a los explotados en un bloque de clase independiente que se pueda candidatear al poder. Mediante esta experiencia, estamos seguros que construiremos juntos el Partido Obrero.